La verdad, en un principio me vi bastante interesado en visitar esa
embarcación, más al saber que era un barco-museo. Tuve la oportunidad de
asistir con mi familia el tercer día de su estancia en Veracruz. Pero una serie
de eventos hizo que me decepcionara en gran parte de él.
En primera, fue la extensa fila que se formó para poder entrar al barco.
A pesar de estar ahí pocos minutos de la hora de apertura (alrededor de las
10:00 AM), tuvimos que sufrir de cerca de 2 horas y media para poder pasar en
un día de cielos despejados y un sol brillante en lo alto.
Y como cereza del pastel, me toco recorrer la embarcación guiado por un
sujeto que no sabía aparentar su inexperiencia y fastidio con quienes íbamos en
el grupo, llegando casi a rozar una actitud grosera.
Concluyendo con esta reseña, el recorrido fue
agotador y literalmente vacío. Una muy mala experiencia desde mi punto de vista
personal. Pero para no irme con las manos vacías, compré algunos recuerdos solo
para contribuir con algo a esa organización que es de mi agrado.
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